ESTADO DE BIENESTAR: NUESTRO LEGADO

ESTADO DE BIENESTAR

ESTADO DE BIENESTAR

Alejándome del significado puramente político del ESTADO DE BIENESTAR, en los últimos años siento que nosotros, como sociedad, nos hemos acostumbrado y educamos así a nuestros hijos, a vivir siempre bien, a no aburrirnos nunca, a estar siempre haciendo cosas y tenerlo todo YA. Y me he puesto a pensar: ¿qué vivencias queremos que tengan nuestros hijos?
– ¿No pueden sufrir ni se les puede frustrar bajo ningún concepto? En cuanto nos piden algo, se lo vamos a dar, para no frustrarles ni hacerles sufrir. A la larga, esto no le traerá más que dolor y frustración que no sabrán controlar.
– ¿El aburrimiento es malo? En ningún momento los niños se pueden aburrir y por eso hay que colmarle de juguetes y tener siempre la Tablet o el móvil a mano en los restaurantes o el DVD en el coche para que puedan ver la película de turno y estén callados sin preguntar continuamente cuándo llegamos, o mirando los dibujos que forman las nubes, o jugando al veo veo. En definitiva, les ayudamos aún más a destruir su creatividad e imaginación inventando juegos estructurados, a cambio de nuestra tranquilidad y comodidad (que es a lo que nos hemos acostumbrado).
– ¿La comodidad prima sobre todas las cosas? Un ejemplo muy gráfico lo veo todos los días por la calle. Ahora llevamos a nuestros niños en los carritos hasta… ¿los 5 años? Para su comodidad…y para la nuestra. Pero ¿qué hay de su desarrollo, y de fomentar el deporte, el andar, el curiosear en la calle? Tenemos tan metido en nuestras venas la importancia de la comodidad y del ahorro del tiempo, que no estamos olvidando de otros valores, a mi juicio, mucho más importantes: la vida sana, el deporte, el disfrutar de la naturaleza, etc.
No me cabe duda que todos los padres damos a nuestros hijos lo que consideramos mejor para ellos, y que asumimos grandes sacrificios por ellos de la manera más gustosa. Por eso estoy segura de que podemos pararnos unos minutos a pensar en lo que hacemos con ellos en el día a día y en si quizá deberíamos cambiar el concepto de bienestar que tenemos asociado al hedonismo, la comodidad y la inmediatez, por el del esfuerzo, aprendizaje de experiencias positivas y negativas, creatividad e imaginación, así como la vida saludable.
Si tras esta reflexión se ha removido algo en vuestro interior tal vez queráis plantearos comenzar con pequeños cambios y esfuerzos, hacer para ellos una vida mejor, llena de ilusiones, de juegos, de buenos y malos ratos que les ayudarán a forjarse como unas personas felices y satisfechas con sus vidas.