EL SÍNDROME POSTVACACIONAL VS VUELTA A LAS RUTINAS

SINDROME POSTVACACIONAL

Ya se han pasado las vacaciones para la mayoría de los trabajadores. Estas últimas semanas se irán incorporando progresivamente los últimos afortunados que han podido disfrutar de unos días de desconexión y descanso. Pero… ¿y ahora cómo se puede afrontar la nueva etapa? ¿qué es el SÍNDROME POSTVACACIONAL?

No es una enfermedad, son unos síntomas pasajeros que aparecen para ayudarnos a adaptarnos al mundo estresante del día a día. NO debemos alarmarnos, es algo natural y adaptativo entonces, que el cuerpo y la mente nos mande esas señales para que nosotros hagamos lo mejor posible ese camino hacia la rutina y al estrés diario laboral.

QUÉ SEÑALES NOS MANDA EL CUERPO

Esas señales o síntomas pueden ser muy variados, tanto como personas haya, pero podríamos resumir en unos cuantos:

  • Insomnio
  • Cansancio
  • Falta de concentración, olvidos
  • Cambios de humor o irascibilidad creciente
  • Etc.

Todo esto es normal durante los 3-4 primeros días, si se prolonga durante varias semanas, tal vez se deba analizar si hay algo más de trasfondo, o incluso pedir ayuda profesional. La normalidad radica en que hay que atarse a unos horarios, unas normas y un ritmo que en vacaciones, habitualmente, no existía. Cuando hablamos de algo más de trasfondo, podemos hablar de infinitas circunstancias: tener mala relación con los compañeros o mandos, que no te guste en absoluto tu trabajo, que el hecho de trabajar suponga un problema “grave” a la hora de poder  conciliar con tu vida personal, etc.

Así, ante una situación de normalidad en la que nos pasa es que estábamos, sencillamente, más a gusto de vacaciones que trabajando, desde Enea te sugerimos estas recomendaciones para tratar de volver a la rutina de la mejor manera posible:

    1. No vuelvas de las vacaciones justo el día anterior. Tal vez ya sea tarde para esta recomendación para la mayoría de los lectores… pero si eres de esos afortunados que se va en septiembre, tal vez estés a tiempo de llevarlo a cabo.             A veces nos gusta apurar hasta el último minuto para tener la sensación de haber aprovechado del todo tus vacaciones, pero valora si esto puede ser un hándicap para ti. Quizá te ayude si estás un par días antes en tu casa ya instalado, con la maleta ya desecha, las lavadoras puestas, tus horarios acercándose a “los del invierno” y tus rutinas aproximándose a lo habitual.
    2. Empieza a restaurar tus rutinas poco a poco, sobretodo con los horarios. A menudo por la noche nos cuesta dormir, porque nos estábamos acostando más tarde y levantando tarde. Esto irremediablemente cambiará porque los madrugones han llegado y el ritmo frenético también. Por la noche, si te cuesta dormir, al menos acuéstate antes, y evita las pantallas que lejos de adormecer, activan. Un buen libro suelen ayudar a dormirse antes. Cuanto antes, intenta dormir entre 6 y 8 horas por noche.
    3. Trata de tomarte el trabajo, al menos el primer día, con cierta calma. Si bien es cierto que gran parte de tus tareas estarán esperando porque nadie las habrá hecho, si han esperado unos días, pueden esperar algún día más. Trata de utilizar el primer día para organizarte, priorizar y sobretodo, dejarte todas las energías que llevabas recargadas.
    4. Esto también conlleva el no exceder tu horario laboral. Invertir más horas de las debidas desde el principio sólo te agotará antes de tiempo y te empujará al agobio y a la frustración.
    5. Evita el consumo de sustancias excitantes o perjudiciales (alcohol, tabaco o cafeína en exceso). Unas te llevarán al estrés y ansiedad, y otras te empujan a la desgana/tristeza o cansancio.
    6. Busca actividades fuera del trabajo que te motiven (quedar con amigos, familiares, gimnasio, correr…). Cualquier actividad de ocio hará más suave la entrada en la vida laboral. Es bueno tener este tipo de ocupaciones de manera regular, para no pensar que hasta dentro de unos meses no habrá más vacaciones. Sé realista con esas actividades. A veces nos marcamos retos irrealizables (ir 4 veces al gimnasio por semana), que cuando no los cumplimos, nos frustran tanto que no dejamos de hacerlo.
    7. Si eres padre o madre, piensa que tu hijo/a también necesita pasar su proceso de cambio. Hay que tener paciencia y respirar varias veces, porque puede ser una fase complicada.

SINDROME POSTVACAIONAL IMAG2

 

Con todos estos consejos será más fácil afrontar estos primeros días, normalmente duros y dejaremos pasar el SÍNDROME POSTVACACIONAL hasta el próximo verano. Si pasadas varias semanas sientes que la situación lejos de mejorar, va a peor, tal vez necesites la ayuda de un especialista para tratar de entender qué te está pasando y qué posibles soluciones tiene.

Si crees que podemos ayudarte a ti o a alguien cercano, te invitamos a que te pongas en contacto con nosotras para tener una primera entrevista gratuita y sin compromiso, sólo tendrás que rellenar el siguiente formulario:

 

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